El jueves 1 de agosto de 2019, a las 20.30h, se presentará la Orquesta Filarmónica de Montevideo, cuya directora es Ligia Amadio, con el concierto "Serenatas nocturnas". La dirección del Concierto estará a cargo de Adriana Soto Perdomo, consagrada como músico en el exterior y que residiera en San José. Sus padres y abuelos son maragatos. Entradas: $200. Venta por Tickantel.
Programa: OIKABETH (Movimiento de mujeres guerreras que abren caminos y esparcen flores) Leticia Armijo; CONCIERTO PARA CORNO Y ORQUESTA Nro. 3 Wolfgang Amadeus Mozart; VORSPIEL – IvánFernández; MONTEVIDEANA Nro. 1 –Beatriz Lockhart; TANGAZO–Astor Piazzolla.
ADRIANA SOTO PERDOMO. Adriana Soto es un músico latinoamericano que ha desarrollado su actividad musical en Venezuela, Uruguay, México y Argentina. Sus abuelos y padres son maragatos y ella vivió en San José.
Mexicana por adopción y nacida en Montevideo, comenzó sus estudios musicales en Orquestas y Coros Juveniles de Venezuela. Sus dos carreras universitarias: Dirección Orquestal y Licenciatura en Interpretación instrumental corno francés, las realizó en la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Desde Directora del Coro Municipal de Pinamar en la Provincia de Buenos Aires (Argentina( hasta una amplia experiencia laboral que México le ha brindado (incluyendo Orquestas y Conservatorios de 1er nivel de la República) como Docente, Intérprete, en cargos de Dirección (cuenta con el honor de haber sido Directora fundadora de la 1ª y única Orquesta Sinfónica de Valle de Bravo, ha dirigido la Orquesta Filarmónica de Montevideo, la Orquesta Sinfónica de Coyoacán y la Orquesta Filarmónica de Sonora, así como también, ha sido encargada general de todos los aspectos administrativos vinculados a una Orquesta. La música ha sido su motor y guía.



El viernes 19 de julio de 2019, a las 19.30h, el “Grupo Compartir” realizará en el Museo de San José, una charla con apoyo audiovisual sobre “Mujeres en la Revolución Oriental”, con motivo de la exposición homónima que fuera inaugurada el pasado 10 de mayo por el Museo Histórico del Cabildo de Montevideo, en la Sala Manuel Benavente del Museo de nuestra ciudad (ver entrevista a Rossana Carrete en esta web). El “Grupo Compartir “de prestigiosa trayectoria, está integrado por las profesoras de Historia Lilián Gubba, Margarita Patrón, Edhy Saavedra y Adriana Viña. (*) Entrevistamos a Edhy y a Adriana, quienes anticipan esta actividad.














Después está la Sala 2: “El Cubismo en escena”. Se han saltado dos etapas. La “azul”, de la que no tenemos ninguna representación en el MNAV, que coincide con la muerte de Carlos Casagemas en 1901 y se prolonga hasta 1904. La “etapa rosa” de 1905 a 1907 aproximadamente. Se pasa directamente a la “etapa cubista” y pre-cubista de Picasso, en tres secciones. Una, con un busto masculino muy primitivo, con influencias africanas, de Oceanía, de América Precolombina y de Arte Ibérico español. Ese busto es un esquema para “Las señoritas de Avignon”. Aparecen después tres cuadros de la etapa del gozo, con tonalidad oscura, marrón. Son ejercicios sobre la “geometrización” del cuerpo femenino. Ahí se aplican las enseñanzas de [Paul] Cézanne, en donde todo se reduce a tres elementos en la Naturaleza: la esfera, el cono y el cilindro, que llevados al plano son el círculo, el triángulo y el paralelogramo.
Walter, de quien se enamora. Ella tenía 17 años y Picasso 45. Es un amor que perdura. Aparecen tres preciosísimos retratos de ella y el retrato de “Maya con la muñeca”. Maya es la hija que tuvieron. Son cuadros muy luminosos, con colores pasteles. Siguen siendo cubistas, pero no tan herméticos. Ves un ojo de perfil, otro de frente, pero son cuadros plácidos, por la relación que ellos tenían. Otro cuadro de Marie-Thérèse está ella al lado de un frutero con frutas exóticas, relacionadas con los sentidos y el erotismo. Hay un busto enorme de Marie-Thérèse en bronce, y es bueno dar vueltas a su alrededor, porque se la ve desde distintos ángulos.
“El último Picasso” está en la Sala 6. Él tiene entre 80 y 90 años. Se renueva siempre y lucha contra la abstracción, de moda en el siglo XX. Sigue siendo figurativo y hace grandes formatos con desenfado, en los que protagoniza la línea negra. Usará puntos y líneas para expresar “ojo” o “mano”. Va a analizar obras de maestros como Delacroix, Ingres, Velázquez, Goya, Manet… De Velázquez hay dos paráfrasis o reinterpretaciones de “Las Meninas”, provenientes del Museo de Barcelona. Hay cuatro cuadros de gran formato. El último (de 1972), se llama “El Músico” y tiene mucho negro y gris. Está muy cercano a la muerte y esos tonos predominantes pueden estar relacionados con eso. Él se identifica ahora con el “Gentilhombre del siglo XVII”: el Mosquetero con hebillas, largas botas, que fuma su pipa…