bres. Si las hiciéramos las mujeres…sería otra cosa!”. Eso que es de Goldoni, pasa absolutamente desapercibido en el siglo XVIII, pero en el siglo XXI lo pusimos “como un hueso pelado”, bien puro.

La esencia del punzante texto de Goldoni

_¡Qué increíble la visión de Goldoni en esa época!
_ ¡Es notable! Todos lo que está dicho en esta versión es de Goldoni. No hay texto mío.
_ “Podaste” texto para dejar lo cardinal.
_ Sí. Dejé la textura válida para hoy. También, más allá de que sea una comedia, traté de que tuviera un mensaje que ha trascendido los siglos, y que estamos tratando de atenderlo desde otro lugar. Quisimos darle mucha relevancia al otro tema: el de la persona “dependiente de”. Arlequino (o Truffaldino), es de tan baja condición social y económica, que ni siquiera tiene un patrón. Él no le pertenece a nadie, por lo que no tiene existencia. Su existencia depende de conseguir un patrón. En este personaje, “limpiamos mucho” la pirueta, nos centramos mucho en el hambre.
_ Es el reclamo notorio de ese tragicómico personaje que nos conquista de inmediato, porque nunca le dan de comer… [Guido parece no tener esqueleto, y se expresa con todo su cuerpo].
_ Sí. Este personaje es hasta torpe…Él engaña, pero con inocencia, para saciar su hambre…
_ Su hambre en varios aspectos. También de amor…
_... Y de sexo… Le quitamos adornos que son necesarios en la “Comedia del Arte” del siglo XVIII. Hoy sería demasiado texto. Nos concentramos en la acción escénica.
_ ¿Siguen de gira con la obra?
_ Estuvimos un mes haciendo una nueva temporada en la Sala Campodónico de Teatro “El Galpón”. Hace dos años hicimos una temporada en la Sala Atahualpa. El año pasado realizamos funciones específicas para adolescentes, trabajando en extensión cultural. Ahora salimos de gira. Hoy estamos en San José, en tres o cuatro semanas estaremos en Rocha y esperemos seguir mostrando este Arlequino.
_ Es fundamental que podamos volver al teatro…
_ Para este momento tan difícil, esta obra tiene algo maravilloso, porque es volver a la risa con mensaje. Asimismo, tiene una ética y estética de la precisión de la actuación, muy importantes.
Vos la viste en un monumental teatro como el Macció, pero mañana a esta obra la armamos en la plaza a la luz del día o en el patio del colegio o de un liceo, en la esquina de la escuela, y funciona con la misma calidad que viste hoy. Ese era el gran desafío…

(*) Le dijimos a Lila García “off the record”, que había logrado una suerte de ecuación o sea, el nudo de un clásico como este, con el mínimo de recursos y de palabras. Ella respondió que era “Matemática pura” y que todos los movimientos de los actores estaban calculados y “triangulados”, aunque ello no se percibiera.
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“Arlequino, servidor de dos patrones”, en el Teatro Macció
Autor: Carlo Goldoni. Directora: Lila García. Elenco: Andrés Guido (Truffaldino), Dulce Elina Marighetti(Beatriz), Rafael Hernández(Florindo), Sofía Tardáguila (Clarisa), Ignacio Duarte(Silvio), Marcos Zarzaj (Pantalone), Dennis Fernández (Brighella), Amparo Zunin (Esmeraldina). Producción: Teatro “El Galpón”, de Montevideo.
Reseña: Cuando Clarisa y Silvio están a punto de casarse, se presenta Truffaldino, anunciando la llegada de su patrón Federico Rasponi, anterior prometido de Clarisa a quien se lo creía muerto. El “muerto” es su hermana Beatriz, disfrazada de Federico, que llega a Venecia en busca de su novio Florindo Aretusi. Truffaldino encuentra a Florindo, quien también necesita criado y se emplea con los dos patrones al mismo tiempo. Eso provocará líos varios…