Mons. Arturo Fajardo: De San José a Salto - “Me llevo el corazón lleno de nombres…”

La Cultura en Tiempos del Coronavirus                          

                                                                                                                      Por RSMC

El 15 de junio de 2020,  el Papa Francisco nombró a Monseñor Arturo Fajardo (n. el 17-07-1961 en Aiguá, Maldonado), Obispo de Salto. Su asunción será el 15 de agosto. Desde 2007, Mons. Arturo Fajardo es Obispo de la Diócesis de San José de Mayo, que comprende a San José y a Flores. Es tiempo de despedida y cosecha de este sacerdote  que se conmueve cuando habla de esta Diócesis y de la gente “que se lleva” en su corazón.

            Segunda  parte de una entrevista inolvidable, plena de generosa espontaneidad y sencillez, que le hiciéramos el 02-07-2020 a Monseñor Fajardo, quien  siente que la fe debe “tocar” la vida de las personas.

 Dudas, influencias, y el “crack” revelador de la vocación

_¿Cuándo se dio cuenta de que quería ser sacerdote?

_ A mí me influyó mucho Monseñor Edmundo Quaglia, Obispo de Minas (fallecido hace años). Era muy bueno, y tenía un gran carisma. Él quería que yo fuera cura, pero yo me negaba. Yo hice el Liceo Militar, luego, la Escuela Militar… Él se enojó mucho conmigo cuando tomé esa decisión. No obstante, en 1978 hice un “crack” y decidí ser sacerdote. Era un domingo y estaba de guardia armado a guerra. Sentí ese día que algo cambiaba en mí…

_ Era la época de la dictadura cívico-militar de nuestro país…

_ Sí. Los entrenamientos eran muy duros. Esas experiencias fuertes a uno lo forjan. Mantengo la amistad con muchos de mis compañeros de esa época. Simplemente me di cuenta de que no era lo mío.

Quise esperar un tiempo y hacer vida normal, tener novia… Así fue. Transcurrieron dos o tres años. Terminé Preparatorios de Derecho y después sentí que tenía la vocación dentro de mí. Entré al Seminario que consta de 8 años. Ya no dudé de que Dios quisiera que yo fuese sacerdote.

“El Cristianismo es una fuerza de libertad y de vida”

La fe cristiana es una respuesta a las grandes interrogantes, que quizá ahora afloren más: el sentido de la vida, de la muerte, del sufrimiento. El Cristianismo no es una ideología, ni una moral. La fe cristiana es un acontecimiento de vida: el encuentro con alguien que nos cambia la vida. Después supone un “estilo de vida”. Lo primero es una buena noticia y un acontecimiento. La vida tiene sentido, la muerte ha sido vencida. Esa es la clave de la fe cristiana. El Cristianismo es una fuerza de libertad  y de vida.

El encuentro con la gente

_¿Qué fue lo más trascendente para usted como sacerdote?

_ El encuentro con la gente. Cuando me ordené en Minas,  en seguida me pusieron en la Casa de la Juventud, que estaba al lado de la Catedral, y tenía mucha vida en ese momento. Era el final de la dictadura y había mucha efervescencia, con todo tipo de discusiones ideológicas. Fue una experiencia muy linda. Había teatro, grupos de jóvenes, deportes, campamentos… Íbamos al Cerro del Verdún y al Cerro Arequita [Minas], a hacer campamentos.

“El Cristianismo, la fe, es una carga de sentido”

_ En esta época tan difícil, se habla de la crisis de la fe. ¿Qué mensaje daría con respecto a eso?

_ Uruguay es un país muy especial dentro de América Latina.

_ Es muy laico…

_ Creo que la separación entre la Iglesia y el Estado es buena, porque da libertad La fe es una búsqueda. Recordemos “El sentido de la vida”, el famoso libro del psiquiatra vienés Viktor Frankl. A él le mataron a toda su familia. Él dice: “Uno no puede elegir lo que le toca, pero siempre va a poder elegir cómo va a vivirlo. Esa libertad en el campo de concentración, nunca la perdí.”

El Cristianismo, la fe,  es una carga de sentido. Hay que darle sentido a la vida. San Agustín dice: “Nos hiciste para ti, nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti.”

¿Por qué un chico se droga o bebe alcohol? En el fondo es para escapar de una dura realidad, de no sentirse amado. Dios es amor. Lo que más buscamos todos, es el amor capaz de darle sentido a toda la vida.

La relevante labor con los jóvenes: darles afecto y establecer límites

_ Por eso es tan importante trabajar con los jóvenes…

_ Sí. Ya mencioné al Hogar Juan XXIII que está en Camino del Vintén [y Ruta 11 km 45].  Hay que seguir esa labor de darles afecto a esos chicos y establecerles límites, porque eso conlleva la educación.

En mi caso, yo tuve todo. Siempre me sentí querido por mis padres. Tengo dos hermanos: Gustavo y Daniel. Gustavo es militar, y Daniel trabaja en el campo, en Aiguá. Antes de irme lejos (a Salto), estuve en Aiguá, para volver a mis raíces.  Un país sin raíces es como dice ese canto popular: “Àrbol sin raíces no aguanta parado ningún temporal” (*).

Uruguay tiene raíces cristianas aun en Artigas, “quien nos une como orientales”

Las raíces de Uruguay tienen mucha vinculación con la fe cristiana. Desde los jesuitas, las misiones, la primera evangelización… Artigas mismo, que es quien nos une como orientales. Su pensamiento tiene raíces evangélicas y franciscanas. Narran que al final de su vida enseñaba el catecismo o que rezaba el Rosario. Yo releía que cuando iba a morir le llevan la comunión en forma de viático y Artigas quiere ponerse de pie, para recibir al Señor… Su frase “los más infelices serán los más privilegiados”, es de cuño evangélico y franciscano. Los curas lo acompañaron mucho. Esto no es proselitismo. Creo que una parte de la Historia ha sido amputada por esa raíz tan secularizada. Los que forjaron la Patria vivían ese humus cultural y esa realidad.

“Voy a tener que  recorrer mucho en Salto”

_ ¿Y este desafío de  ir a Salto?

_¡Es como empezar la vida de nuevo! En  estos 13 años se ha tejido una red de relaciones, de amistades, que son los más importantes para la labor.

Asumo el 15 de agosto en una  fiesta: el Día de la Asunción de la Virgen. Voy a tener que recorrer mucho en Salto. Primero haré pie a tierra: parroquia por parroquia, capilla por capilla.

_ Acá en San José, en la zona de Fagina, le hicieron un reconocimiento el pasado 28 de junio.

_ Quiero mucho a la gente de campo, porque me crié en el campo. Me siento muy identificado con la forma de ser de la gente de tierra adentro. Hicimos una misa en la capilla de Fagina, porque era la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que es la patrona, y me entregaron un pergamino como recuerdo. La fiesta no era por mí. Es lo de Juan el Bautista: “Lo importante es que el Señor crezca”. Uno siembra, pero también lo hace con errores y dificultades. Queda mucho pendiente. El que venga tendrá que seguir y aportará otras cosas.

_¡Mucha fuerza para lo que vendrá!

_ Lo primero es conocer. Me voy a reunir con los sacerdotes, los diáconos y prepararemos la Fiesta del 15 de agosto. Solo tengo los libros y la ropa para llevarme, lo demás, es todo de la Diócesis. Tengo una mesa que era de mi mamá. Mis padres [Marina Bustamante y Arturo Fajardo], fallecieron hace años.

Es un desafío, pero sentí que no podía decir que no. Era una situación impensada. Nombraron a Monseñor Fernando Gil, un brillante intelectual, un historiador. Había trabajado mucho en la Universidad Católica Argentina, era el bibliotecario. Trabajaba en las “Villas Miseria” de Argentina. Aportó muchísimo en el poco tiempo que estuvo en Salto [Falleció el 17-01-2020]. Vino un par de veces a visitarme.

Mons. Arturo Fajardo junto a Benedicto XVI (Castelgandolfo, setiembre de 2008)

Papa Benedicto XVI y Papa Francisco

_ ¿Cuándo estuvo usted con el Papa Francisco? ¿Cómo es él?

_ Fue en noviembre de 2017. Preguntaba por personas y situaciones concretas. El Papa Francisco conoce al Uruguay mucho más de lo que pensamos. Simpatiza mucho con los uruguayos. Valora a la Iglesia Uruguaya, porque acá somos muy llanos. Me dijo: “Vení sin ningún protocolo”. Fueron casi cuarenta minutos de conversación. Tomamos unos mates (risas). Me acompañó hasta el ascensor.... También era  sencillo Benedicto XVI (Joseph Ratzinger). En la película “Los dos Papas” (**) hacen una caricatura del Papa Benedicto. Es un gran intelectual. La última vez que vino el pintor Lino Dinetto a San José,  me dijo: “Debe ser el intelectual vivo más importante de Europa en este momento.” Benedicto XVI  me marcó mucho. Su libro “Introducción al Cristianismo” es muy relevante para mí. Yo se lo llevé cuando me encontré con él [set.2008],  y le mostré que estaba todo subrayado. Eran unas charlas que les daba a los universitarios cuando era profesor en Alemania.

_ Una reflexión, una despedida…

_ Un saludo, un agradecimiento a San José… Uno se lleva en el corazón tantas historias, tantas personas…Me llevo el corazón lleno de nombres, que se van incrustando en mi vida. Si uno mira las Cartas de San Pablo a los Romanos, hay como 16 nombres al final…

Que esta pandemia saque lo mejor de las personas y que crezca la solidaridad. Enfaticemos en aquello que nos une…

(*) Fragmento de la canción “Santa Marta”, de Eduardo Larbanois y Mario Carrero. (**) Pelicula “Los dos Papas” (2019), producida por Netflix y dirigida por Fernando Meirelles. Ficción que aborda la relación entre los Papas Francisco y Benedicto XVI.

Más información en:  http://diocesisdesanjosedemayo.org/

Esta entrevista se publicó el martes 14 -07-2020, en la pág. 7 del periódico "Visión Ciudadana" de San José de Mayo, Uruguay.

Foto que encabeza esta página: Papa Francisco y Monseñor Arturo Fajardo (Servicio Fotográfico del Vaticano de Visita ad Limina, nov. 2017).

 

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