La Cultura en Tiempos del Coronavirus
Por RSMC
Una invitación a pasatiempos, reflexiones y acciones, sin riesgos de contagio, cuando nuestras instituciones y espacios culturales, están cerrados por la pandemia del Coronavirus- COVID 19. Nos cuidamos y permanecemos en casa, donde podemos buscar distintas sendas de disfrute y /o de recursos ante el aislamiento social…
El pasado domingo le escribí por mail a la Psicóloga maragata Adriana Pérez Britos, con quien yo hiciera Psicoterapia hace algunos años. Este fue parte de mi mail: “Si quieres y puedes, sería bueno que anotaras recomendaciones ante el CORONAVIRUS -COVID 19, para amortiguar depresión, soledades, distancias obligatorias y sugerir qué hacer con los niños en casa: juegos, ejercicios…”
Comparto con ustedes las sugerencias de Adriana, que me enviara por mail, las que agradezco con todo el gran afecto que siento por ella. Solo he agregado subtítulos, para facilitar la lectura.
Manejo del estrés en estos días de Cuarentena
Por la Psicóloga Adriana Pérez Britos
“Considero fundamental fomentar hábitos de auto-cuidado, e irlos integrando, para poder continuarlos cuando salgamos de este momento. Esto genera una reserva de calma en momentos de crisis y promueve el cuidado de nuestra salud y el bienestar físico, emocional y espiritual.
Centrar nuestra mente en el presente nos estabiliza
Tal vez recuerdes cuando realizaste el Taller (*), que hablábamos que estas prácticas de “Mindfulness”(**), eran un chaleco salvavidas de la inteligencia emocional. Cuando nuestra atención y nuestra mente la traemos al momento presente, alcanzamos la estabilidad y nuestra comunicación y respuestas son asertivas. Si los pensamientos y las acciones de forma recurrente nos llevan al pasado, fomentamos en nosotros mismos la depresión, esto se da cuando nuestra mente está en lo que fue, no logrando soltar lo que no pudo ser, quedándonos con una actitud pasiva, de queja y sufrimiento. Si nuestra mente está en el futuro y en la preocupación de lo que pasará intentando predecir, fomentamos nuestra ansiedad, lo que nos lleva a una actitud agresiva.
Si mi atención es consciente, puedo ver alternativas que no me perjudiquen ni a mí, ni a otros
Cuando nos encontramos en el momento presente, nuestra mente se aclara y podemos enfocarnos en las tareas y decisiones que nos atañen a este momento. Comienzo a salir de la reacción que provoca esta situación y puedo ver alternativas posibles.
Si mi atención es consciente veo alternativas, soy consciente de dónde, y en qué lugar de mi cuerpo siento que se manifiesta esta experiencia, me acerco a la experiencia desagradable con interés, acepto las cosas tal como son, veo mis pensamientos como ocurrencias mentales, abro el enfoque a otras posibilidades, descubro otras posibilidades sin necesidad de perjudicar a otros o que me perjudiquen.
El momento de soledad consigo mismo, permite la transformación “a un yo compasivo que entiende y alumbra”
Esto es fundamental para ser consciente de las recomendaciones que tenemos que cumplir para cuidar nuestra salud, la de nuestra familia y nuestro entorno social. Y tal vez si me he pasado ayudando a otros en lo que tienen que hacer en sus vidas, tal vez ahora en este tiempo de soledad encuentre un momento para centrarme en quererme, cuidarme y ayudarme, de darme cuenta qué es mi propia vida.
Y entonces puede ocurrir un movimiento, un proceso que tiene lugar cuando la mente bulliciosa que está en el hacer, se transforma en una mente silenciosa que está en el ser, que nos lleva de lo ordinario a lo trascendental, de la “separatividad” a la unicidad, del yo ciego que sufre y separa, a un yo compasivo que entiende y alumbra, a la sabiduría del corazón.
Prácticas diarias
Ahora paso a la práctica.
Atiendo a mi cuerpo y a mis emociones, para poder cuidar a otros
Al no tener horarios que cumplir, una práctica sencilla es comenzar cada mañana al despertar visitando nuestro cuerpo. Realizo una visita a cada parte de mi cuerpo, comenzando por los dedos de los pies, visitando cada parte hasta finalizar en la cabeza. Puedo sonreír y agradecer a cada parte de mi cuerpo por el servicio que me brinda, y le agradezco a mi cuerpo sea como sea que se encuentre, y me comprometo a ser constante en cuidarlo. Esta práctica, si no la hago en la mañana, puedo realizarla al final del día.
Recuerdo al despertar prestarme atención, conectarme con mi cuerpo y las emociones de ese día, primero me atiendo y me cuido para así estar en condiciones de cuidar y atender a otros: Esto es fundamental para los padres en los desafíos que se le van a presentar en ese día con sus hijos, niños o adolescentes. También es fundamental en todos los que continúan en actividad, trabajando en el cuidado de los demás.
“Si no tengo un espacio al aire libre, me dirijo a una ventana y desde ahí contemplo abriéndome a lo que percibo…”
Durante el día, si en el lugar que me encuentro no tengo un espacio al aire libre, me dirijo a una ventana y desde ahí contemplo, abriéndome a lo que percibo con los sentidos y agradeciendo los regalos que me trae este día, sea sol, lluvia, canto de los pájaros, un árbol, lo que perciba. Atiendo a la respiración que se da de un modo natural y atiendo a mi cuerpo.
Atiendo el lavado de mis manos y de otros hábitos y acciones
Otra práctica es llevar la atención al lavado de manos, traer mi mente a que ahora me estoy lavando las manos, al agua, al sonido del agua, al jabón, al aroma, dejo mis pensamientos y ahora solo me estoy lavando las manos, soy plenamente consciente de ese lavado de manos. Si lo realizo sin prestar atención alimento la preocupación, el miedo si me lavé o no.
Esta práctica si hay niños en la casa, puede ser un momento para transformar el miedo en un momento de disfrute.
También en algún momento puedo meditar caminando.
Juegos, videos de yoga, y prácticas de “Mindfulness” en internet
En cuanto a juegos y actividades para niños, lo positivo es que los niños y padres tienen acceso a internet, y los docentes hacen también un gran trabajo en ese sentido. También hay videos de yoga y prácticas de “Mindfulness”, el tema es elegir lo adecuado a la necesidad de cada familia.
Transformar este tiempo en un tiempo de crecimiento: “Cuando se cierra una puerta, cien se abren…”
Me despido con el deseo de que podamos transformar este tiempo que vivimos, en un tiempo
de crecimiento personal, familiar y social. Dirigiendo la atención de la mente al corazón, cultivando emociones positivas, encontrando una pizca de armonía dentro del caos, observarse uno mismo sin juzgarse y auto-conocerse en esta situación y encontrarse con recursos que no sabía que portaba o que era capaz de crear para trasmitir a las nuevas generaciones.
Si se cierran puertas, se abre una ventana cuando nuestra mente y corazón están claros.
Y también recuerdo a tu madre: “cuando se cierra una puerta se abren cien,” ¿Era así?
Un abrazo grande para todos.
Adriana.”
Te contesto, Adriana querida: Mi mamá, Élida Cruxên (¡mil gracias por recordarme algo de lo que yo te contaba sobre ella en mis sesiones de terapia!), decía: “Cuando una puerta se cierra, diez se abren” [ver pintura de René Magritte]. No obstante, estoy segura de que mi adorable madre ausente pero presente siempre, aprobaría fervientemente tus cien puertas… ¡Abrazotes! Rossana
(*) El Taller se hizo en mayo de 2013, y se denominaba “Programa de Reducción de Estrés y Relajación”. Constaba de teoría y práctica, con interacción entre todos los integrantes del taller y en varias instancias gratamente lúdica. Orientaba también sobre una dieta balanceada. Se nos entregaban discos con grabaciones que guiaban la meditación con atención plena y estiramientos suaves. [¡Es hora de releer los textos y de volver a escuchar los discos!]
(**) Expresión en inglés, que significa a grandes rasgos, centrar la mente en el “aquí” y en el “ahora”.
Esta nota fue publicada en la página 13 del periódico"Visión Ciudadana", de San José de Mayo, Uruguay, el sábado 28 de marzo de 2020.
La foto que encabeza esta página, fue gentilmente enviada por la Psicóloga Adriana Pérez Britos. Las otras fotos, fueron tomadas de internet.