Con la Psicóloga Eliana Echeveste-La consciente búsqueda del autocontrol y del bienestar

La Cultura en Tiempos del Coronavirus                             

 Por RSMC

 Esta pandemia nos ha azotado con angustias, miedos y ansiedades.Entrevistamos a la Psicóloga Eliana Echeveste,  quien nos aporta caminos para responder a  esta crisis en forma asertiva.

            Por más información: 098 974 311

Varias áreas de nuestra vida están afectadas

_ Me imagino que con esta pandemia todos los días verás pacientes que presentan todo tipo de vulnerabilidades…

Psicóloga Eliana Echeveste: _ Han aumentado los pacientes con síntomas de ansiedad y depresión.  Nos estamos enfrentando al desafío de cómo  vivir y convivir con esta crisis provocada por la aparición y propagación del COVID-19.

_ Cada vez más se acentúa  la angustia por los problemas económicos. Hay gente en seguro de paro y mucha gente sin trabajo.

_ Hay varias áreas de nuestra vida que están afectadas: económica, social, relaciones interpersonales,  salud mental... Depende de cómo nos paramos a pensar en estas problemáticas que pueden surgir, que son muy singulares. Hay personas que cumplieron con un aislamiento social parcial, otras, con un aislamiento total. Otras están desempleadas o pueden perder  su empleo. El virus existe y por lo tanto hay riesgo de enfermarse.

Prestar atención a síntomas reveladores de depresión y ansiedad

_ ¿Cómo percibir que nuestra salud mental está en riesgo?

_ Lo importante es dónde se para cada persona para interpretar la situación que está atravesando. De acuerdo a las interpretaciones sobre lo que le pasa, es cómo se va a sentir, cómo va a actuar  y los resultados que va a obtener.

Las personas depresivas  ya  diagnosticadas o que tienen trastornos de ansiedad, tienen mayor tendencia a interpretar estas situaciones como más catastróficas. Perciben esta situación como amenazante, peligrosa, y su sistema de alerta está más activado que en otras personas. Esos pensamientos pueden llevarlas a tener miedo y preocupación excesivos. Pasa con las obsesiones, las compulsiones…

_ No es fácil distinguir entre el desgano, el desánimo y la depresión. La depresión es una enfermedad…

_ Para diagnosticar una depresión deben darse una serie de síntomas que se sostengan durante un tiempo. Las personas pueden empezar a visualizar síntomas reveladores: alteración en el sueño y /o en la alimentación, la disminución de la actividad social…

_ La actividad social ha disminuido por las exigencias de la emergencia sanitaria.

_ Disminuyó por la decisión “de cuidarme y de cuidar al otro”, pero también por el miedo. En realidad podemos relacionarnos con otras personas tomando las precauciones necesarias. Ya nos han dado las medidas: uso de tapabocas, alcohol en gel, lavado de manos… Algunas personas inhiben el vínculo con otras debido al temor.

_ Tengo amigos y amigas que se han aislado totalmente.

_ Es respetable, del mismo modo que la manera de saludarse. Ahora algunos preguntan si pueden o no saludar y de qué forma hacerlo… Son decisiones personales, pero mucha gente utiliza la empatía también, porque quieren cuidar al otro. A veces se frecuentan lugares o personas y uno puede tener el virus (en forma asintomática), y lo puede contagiar.

Las personas con ansiedad y depresión pueden incrementar el uso de sustancias: psicofármacos, alcohol y/o tabaco. Muchos están consultando a los psiquiatras, porque no pueden controlar la ansiedad y caen en esas dependencias.

Se están realizando actualmente investigaciones y ya se sabe que aumentó el consumo de esas sustancias.

Exploremos herramientas internas para interpretar racionalmente las situaciones

_ ¿Qué consejos darías a todos para poder mantener el bienestar a pesar de estas amenazas?

_ Es importante que “nos exploremos” e identifiquemos las herramientas internas con las que contamos, para realizar interpretaciones más racionales, más flexibles, más adaptativas. Asimismo, debemos pensar en las cualidades que poseemos que nos puedan aportar bienestar y beneficios.

Actividades placenteras y vínculos que favorecen el  bienestar

Es bueno pensar en el día a día y  programar actividades placenteras. La actividad física es muy importante, porque proporciona muchos beneficios psicológicos, bienestar emocional. Siempre les menciono a mis pacientes que la actividad física estimula la secreción de serotoninas, neurotrasmisores relacionados con la regulación del humor. En la semana, pueden organizarse para hacer por lo menos tres veces, una actividad física.

El uso de las redes de comunicación  es bueno, si las empleamos con nuestros afectos, más aún si tienen factores de riesgo y están en aislamiento social. También nos podemos comunicar con personas cercanas, que estén atravesando la cuarentena por ser portadores del COVID-19. Así brindamos tiempo de escucha, contención, apoyo.

Hay muchas actividades que se pueden hacer a distancia con juegos de caja. Yo lo hice con mis pacientes cuando los atendía por video-llamada. Se pueden usar también con los niños.

Existen aplicaciones para ver películas por  Zoom, en las que se reúnan dos o tres personas. Lo mismo se puede hacer  para escuchar música.

Si no podemos estar en forma presencial, se le puede aportar algo diferente a la rutina de una persona que está aislada o  a aquellas que tienen síntomas de depresión o ansiedad. Es también un beneficio para nosotros, porque es un distractor. Socializamos y nos genera la sensación de gratitud de bienestar. Es un intercambio que nos ayuda a transitar esta etapa incierta para muchos.

Cuento "Si yo tuviera una púa", de Eva Cemente y Teresa Arias

Evitar la sobreinformación para no incrementar la ansiedad

 Evitemos la sobreinformación, que puede aumentar los niveles de ansiedad. El miedo es una emoción resultante de una interpretación subjetiva de una situación determinada. La ansiedad se puede desencadenar no solo por factores externos como la  pérdida de un trabajo, sino también por factores internos. Nuestros pensamientos son resultantes de experiencias que hemos tenido a lo largo de la vida, y que nos han llevado a ciertos aprendizajes. La sobreinformación puede influir en todo eso. Cuando se activan nuestros sistemas de alerta, se dan respuestas fisiológicas: hiperventilación, aumento de ritmo cardíaco, altibajos en la presión, sudoración, mareos, temblores… Esas respuestas intensifican la ansiedad. A veces afectan enfermedades como la diabetes.

Ejercicios de respiración  y relajación

Mente y cuerpo están íntimamente conectados. Si las personas no pueden controlar el miedo a un ataque al corazón, a la muerte, sobrevienen los ataques de pánico. En este caso, lo fundamental desde  donde trabajamos con la corriente Cognitivo Conductual, es que la persona pueda realizar ejercicios de relajación muscular y de respiración diafragmática (inhalar por la nariz y que el aire llegue al abdomen, exhalando por la boca). Eso activa el Sistema Nervioso Parasimpático, que permite que desciendan los niveles de ansiedad, de adrenalina.

La persona debe identificar qué músculos tensiona cuando aumentan sus niveles de ansiedad, para poder relajarlos. Pueden ser los del cuello, de la espalda… Hay ejercicios que enseñamos a nuestros pacientes para que identifiquen esos músculos. El bruxismo también se da mucho. Es necesario alejar los pensamientos intrusivos desalentadores, y transformarlos en positivos. La música relajante es muy buena.

_ Todo lo que nos gratifique contrarresta este entorno hostil.

_ Se potencian más las patologías como la hipocondría y/ o el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).

Hay personas que logran el autocontrol y otras, van a necesitar ayuda profesional.

"Berta, la rana despierta", de Gemma Sánchez

Cuentos asertivos para niños

Me gustaría referirme al trabajo con los niños. Los cuentos asertivos son muy buenos. Hay muchos cuentos que ayudan a los niños a resolver situaciones complejas y manejar el miedo y las emociones. Deben saber que tienen el apoyo de referentes: el afecto, la escucha. Los pequeños, asimismo, deben someterse a situaciones de estrés, porque les permiten aprender. Hay algunos cuentos que he empleado: “Monstruo pequeño dice no”, de Kalle Güettler, Rakel Hemsdall y Aslaug Jónsdóttir; “Si yo tuviera una púa”, de Eva Cemente y Teresa Arias; “Berta, la rana despierta”, de Gemma Sánchez, entre muchos otros. Los niños se identifican con el personaje y eso los ayuda a solucionar conflictos internos.

(*) Licenciada en Psicología. Egresada de la UdelaR.  Formación en Psicoanálisis y Terapia Cognitivo Conductual. Trabaja en su clínica particular con niños jóvenes y adultos.

La fotografía que encabeza esta página es de la Psicóloga Eliana Echeveste y fue gentilmente enviada por la entrevistada.

Esta entrevista fue publicada el martes 28 de julio de 2020, en la pág. 7 del periódico "Visión Ciudadana" de San José de Mayo, Uruguay.

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